Uno de los frecuentes problemas que todo «linuxero» con algo de experiencia ha pasado, ha sido relacionado, seguramente, con el entorno gráfico (las «X»). Hay diferentes niveles gráficos (o «X») en cada versión de Linux. Y ello no es un problema en sí para el sistema. Lo que se transforma en problema es cuando los fabricantes no proveen los drivers adecuados para que el sistema gráfico funcione correctamente con el operativo.
Y es por ello, que a más de uno se le ha visto romperse los cuernos hasta altas horas de la madrugada intentando solucionar dicho galimatías. Antes era casi el pan nuestro de cada día. Actualmente ya no es considerado un problema, puesto que todas las distribuciones de Linux vienen más que preparadas.
Pero de un tiempo para acá, y sobre todo, desde la aparición de Compiz (unos efectos gráficos espectaculares para todo el sistema Linux), y la inagotable «versionitis» que produce la potente (K)Ubuntu (cada 6 meses sacan una nueva versión), los problemas con la gráfica vuelven a aparecer.
Desde aquí voy a ir poniendo algunos tips o trucos que me han servido por el camino este (claro que el mejor truco de todos es el desactivar todo lo superfluo, que es lo que ya hace tiempo que hago, pero los «radicales» se me tirarán a la yogular; y realmente si el sistema está diseñado para aguantarlos, debe poder hacerse. Otra cosa es que ya te canses 😛 )
Hoy atacaremos el como matar un proceso que ha congelado (caído, tirado, escoñado, jodido, etc…) el sistema gráfico.
Hay veces que el sistema gráfico cae por un mal funcionamiento de algún programa (sea de la naturaleza que sea). Bien, pues primero será buscar el proceso, no?. Se supone que si el sistema gráfico se ha caido, no ves más que una pantalla negra con comandos. Entonces activaremos una «terminal» tecleando, por ejemplo CTRL+ALT+Fx, donde «x» puede ser un número del 1 al 6.
En consola tecleamos «top» y nos aparecerá algo parecido a esto:
En rojo marco las columnas «interesantes». La primera de la izquierda es el usuario que aplica la instancia (PID USER) y en las que nos tendremos que fijar son en las otras dos (%CPU) y (%MEM) que es donde nos indica el tanto por ciento que usa la instancia de memoria y de CPU. Seguramente, si nuestro problema viene de un programa congelado, la CPU y/o la MEMoria se dispararán a altos niveles.
Bien, pues una vez localizado el programa que nos bloquea, teclearemos en consola «killall programa» donde «programa» sería el nombre del mismo que vemos en la columna de la derecha. Por ejemplo, aquí, si quisieramos cerrar la «konsole» sería «killall konsole»
Para volver para ver si lo hemos arreglado, tecleamos CTRL+ALT+F7 y entraremos otra vez en nuestro escritorio.
Recordad:
- CTRL+ALT+F1
- Localizamos el programa con «TOP«…
- … y «KILLALL PROGRAMA«
- CTRL+ALT+F7
También podríamos probar reiniciando las «X» directamente con CTRL+ALT+Backspace, pero así perderíamos cambios.